«Aquí yace mi mujer, fría como siempre», reza un epitafio gracioso, porque la muerte para algunos no es un final trágico sino algo a lo que sacar partido. Pintores o escultores que utilizan las cenizas de muertos para elaborar obras de arte, finados ilustres que desaparecen, personas cuyo último deseo es que le entierren de pie, misterios románticos como el nicho 1501 de Valencia o las curiosas y trepidantes historias de las tumbas de la duquesa mendiga de Santoña o la de Torres Quevedo, son algunos de los asuntos que trataremos guiados por Marta Sanmamed, experta en tumbas inquietantes y de epitafios amenazadores o desternillantes. En fin, un programón para escuchar «tumbados…»
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